Se repite el protocolo: ¿Necesitáis ayuda? ¡Claro! Estamos sacando lodo y agua . Pues vamos a ello. Y así es como +50 desconocidos nos encontramos achicando esa materia anti-fascinante, aburrida y paradójica: esa intersección entre lo sólido y lo líquido, irregular y dinámica, que estos días sólo me sugiere descomposición .
Esto es de todo menos una cita romántica en el sótano de una finca cualquiera de una localidad cualquiera de las +60 afectadas por la dana . Menos mal que los chicos son unos cachondos y cuando cae fango por el hueco de la escalera y acaricia pelo y cara se lo toman con humor .
En todo el recorrido, los participantes cubiertos con sus correspondientes monos, mascarillas, gafas de seguridad, frontales, ... Esto da lugar, paradójicamente, a que al subir a respirar a la superficie no seamos capaces de reconocer a quien teníamos al lado cuando estábamos en el infierno .Eso sí, las palabras más repetidas son: perdón, gracias, disculpa. ¡Que alejado de estas que tan poco me gustan: todo, nada, siempre, nunca!.
Ojalá este video que comparto sea capaz de capturar esta cadena imperfecta de brazos y capazos, de como el azul del cielo se torna negro carbón, tan sólo interrumpido por los frontales de los voluntarios que dan luz a la escalera y forman la cadena de la solidaridad .
También espero sea inspirador y sirva para animar a los dubitativos a que se den una oportunidad - y es que mientras tengamos la capacidad, hay que hacer lo posible para impactar positivamente en nuestro entorno.
Aunque sigue haciendo falta de todo ... ¡Lo conseguiremos!