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martes, 25 de septiembre de 2018

La uberización de la tecnología: oportunidad o drama






¿Qué elegirías si te ofrecen estas dos alternativas para viajar de A a B en tu ciudad?:
  • Opción 1, taxi: bajas a la calle, lo buscas, esperas alguno que esté libre, no sabes lo que te va a costar, coche de cinco o más años, en ocasiones la limpieza del coche deja mucho que desear.
  • Opción 2, Uber: mediante una APP tienes el taxi debajo de tu casa a la hora acordada, sabes de antemano lo que te va a costar, te sirven agua, coche último modelo, conductor con corbata y todo que incluso te hace sentir hasta especial.

Probablemente, y salvo que alguna persona tenga algún interés particular, todos elegiríamos la opción 2.  Pues algo similar puede estar ocurriendo con la tecnología. ¿Qué preferirías si fueras una gran compañía y tuvieras que buscar un partner para que te ayude a lanzar un proyecto que no sois capaces de hacer in-house por el motivo que sea?:
  • Opción 1: la gran compañía puede contratar a una gran consultora global de servicios profesionales, asesoramiento financiero, legal, fiscal, y técnico, para llevarle a cabo el proyecto específico en cuestión. Puede suceder, no siempre es así, que la Consultora acabe ofreciendo un servicio lento, estándar y caro.
  • Opción 2: la gran compañía contacta con una pequeña start-up que le ofrece una tecnología disruptiva, son flexibles y baratos, sobre todo en comparación con la Consultora Global de Servicios, y rápidos: poca burocracia. Además, son capaces de adaptarse a los sistemas de tu empresa, sincronizarlos y crearte una herramienta ad-hoc.

Imagino que la inmensa mayoría se decidiría, de nuevo, por la opción 2.

Si bien ambos casos no dejan de ser una gran simplificación de la realidad, lo que estoy describiendo realmente está sucediendo y es real en muchos ámbitos (tanto de la producción, como en los servicios) y en muchos día a día: la opción 2 cada vez va ganando más adeptos. Las grandes compañías se están dando cuenta de lo complicado que es innovar en sus organizaciones, pensar fuera de la caja y atraer talento de fuera, debido a las altas ineficiencias que tienen en interno, falta de transversalidad de sus procesos y departamentos trabajando en silos. Y las Consultoras Globales no les solucionan el problema porque adolecen de dinámicas similares, son también estructuras rígidas, acaban buscando la solución fuera y cargan por ello al cliente al menos un 40%.

Entonces, ¿cómo acceder a esta opción 2 (tecnología disruptiva y a precio conveniente)? Pues actualmente existen las siguientes tendencias:

Alternativas

  • Alternativa 1, peinar tú mismo (la gran empresa) el mercado, en búsqueda de aquellas empresas que te puedan solucionar el problema: presenta varios inconvenientes, entre ellos la falta de experiencia y conocimiento en la tecnología a discutir, la falta de empoderamiento, y la falta de accountability (soy responsable de) por parte de las personas que hacen la búsqueda.
  • Alternativa 2, crear en interno un programa de aceleración (ver ejemplo de SEAT): requiere que tu personal tenga la experiencia necesaria para asesorar y mentorizar a la start up. Como ventaja, tienes un dominio total de la situación así como de la salida del ejercicio.
  • Alternativa 3, contar con empresas especialistas en captar ese talento: en la actualidad empresas incubadoras y aceleradoras están promoviendo programas específicos dirigidos a estas grandes empresas que desean bien que les solucionen problemas complejos que ellos no son capaces de resolver, bien cubrir el gap existente entre la gran empresa y las start-ups tecnológicas, dado que las primeras están alejadas de este mundo y no saben peinar el mercado en busca del conocimiento.  Esta alternativa sigue la estela americana nacida en Silicon Valley allá por 2014, bajo el nombre de Corporate accelerators.

Sin caer en la discusión de la precariedad que la uberización está provocando en el trabajo - merece un post per sé-, la uberización de la tecnología la universaliza, elimina intermediarios, customiza el producto y reduce costes de manera ostensible. No cabe duda que es una etapa que más de una gran empresa quemará, y que vamos en esta dirección.

Además, otro aliciente: las PYMEs también pueden beneficiarse terriblemente de esta tendencia: por fortuna para ellas, la uberización de la tecnología ha permitido que éstas también tengan acceso a esa tecnología que antes tan sólo estaba reservada para las Grandes Corporaciones.

Eso sí, en muchas ocasiones las empresas tractoras prefieren no correr riesgos y trabajar con la gran consultora, simple y llanamente por los siguientes motivos:

  • Minimiza riesgos: se dan por sentados una serie de paradigmas: la gran consultora no va a desaparecer de un día para otro, se presupone que paga a sus proveedores, etc, mientras que la start up viven en un ¡ay! constante, su vida suele ser una montaña rusa de emociones y tesorería
  • Ofrecen soluciones holísticas: cubren todos los aspectos del negocio, desde almacenamiento de datos pasando por ciberseguridad.
  • Pueden tener un footprint global, con lo cual pueden fácilmente escalar soluciones probadas

Problemas que plantean las alternativas


Aparte de los comentarios arriba mencionados, cada una de estas tres alternativas también tienen sus debilidades:
  • Problemas que plantea la alternativa 1:
    • La falta de incentivos: ganarse a los directivos medios para implicarse en procesos novedosos, sabiendo que serán actividades que tendrán que hacer on-top-of, es complicado. Para ellos será una tarea laboriosa, arriesgada y con incertidumbre sobre la consecución de los objetivos previstos. 
    • Pese al avance en los sistemas de información, a estos directivos les resultará difícil encontrar los partners más idóneos por sí mismo y, en aras a la comodidad y no perder demasiado tiempo en algo en lo que seguramente no creen, acabarán tirando únicamente de los contactos más directos para que les sugieran los partners que deben contactar, aunque finalmente éstos no sean los más apropiados.
  • Problemas que plantea la alternativa 2:
    • Precisa que la empresa matriz cuente con personal cualificado, algo que sólo está al alcance de pocas compañías
    • Por otro lado, el incentivo y motivación a este personal interno para que se implique en asesorar o co-desarrollar la solución con la compañía partner tecnológica deberá ser muy elevado. 
      • Esto puede resultar sencillo en un entorno como el de Silicon Valley, donde intuimos que a los empleados les encanta implicarse en retos y nuevos proyectos, pero eso no es así en plantillas maduras de compañías consolidadas como son las grandes corporaciones en España, ya sean de capital español o extranjero.
  • Problemas que plantea la alternativa 3:
    • Los programas iniciales Corporate sí que han seguido un planteamiento de reto por parte de la empresa tractora y solución a aportar por las start-ups: esto es, buscando un match real entre reto y solución. Sin embargo, el modelo Corporate accelerator en España no acaba de funcionar por el número, potencial y capacidad de las start-ups de nuestros ecosistemas (como ejemplo el valenciano: tamaño considerable pero no suficiente como para ser capaces de encontrar soluciones a problemas específicos de una determinada gran compañía). Y es que los problemas planteados no son obviamente sencillos. 
    • Ante esta dificultad de encontrar soluciones válidas propuestas por start-ups locales a problemas complejos de la gran corporación, el modelo de estas aceleradoras ha derivado al de acoger start-ups prometedoras del sector al que pertenece la gran corporación. Esto es, se ha pivotado desde el modelo original de las Corporate Accelerators hacia una dinámica que viene bien a ecosistemas menos avanzados y maduros como puedan ser los españoles.
      • Ejemplo: KM 0 con el sector alimentario, o  Go Hub para el sector del agua, acogen start-ups que se dedican a determinadas actividades y sectores, pero no necesariamente (en realidad casi nunca) con soluciones a problemas específicos de la propia corporación. 
    • Por otro lado, los promotores de las aceleradoras quieren llenar sus instalaciones con nuevos proyectos que cumplan determinados parámetros:
      • La vinculación con el tema digital,
      • Imitar Business Models ya existentes,
    • Al final del día, su capacidad para atraer talento tecnológico y emprendedor es real pero limitado: no son capaces de atraer talento para solucionar determinados problemas de alguna gran corporación.

Valencia


En Valencia podemos llegar a tener, a medio plazo,  un caldo de cultivo idóneo para una explosión de start-ups: ¡no será por las aceleradoras!. El detonante de este impulso podría darlo Jeff, con su acelerado crecimiento. Otras que también suenan mucho son Witrac (acaba de finalizar una gran ronda de inversión, atrayendo capital extranjero)  o Tyris AI, en el sector industrial. Si con un poco de suerte y mucho acierto en sus decisiones se convierten  en un unicornio, y además deciden no salir de Valencia, podrán ser ejemplo y ejercer de foco de atracción de talento a la ciudad, más incluso que las aceleradoras. Esto sería así pues pondrían al hub de Valencia en el mapa y llamarían la atención de inversores internacionales, requisitos básicos para competir con Madrid y Barcelona. No olvidemos que Valencia juega en Segunda División, frente a las dos capitales que juegan en primera, o Londres, París y Frankfurt, que juegan la Champions.

Por otro lado, las grandes corporaciones, atraídas sobre todo por marcas como Demium y Lanzadera,  valoran positivamente la capacidad de atracción de talento de estos hubs y es previsible que lleguen más a Valencia. No obstante,  alguna ya ha acabado reculando como Plug & Play Valencia.


Conclusiones


El choque cultural, de valores y prioridades, entre miembros de una equipo formado por una plantilla muchas veces con vocación más bien funcionarial, por un lado, y jóvenes y dinámicos tecnólogos de la empresa partner, es en muchas ocasiones inevitable. Si las disputas y disparidad de criterios son habituales dentro de una misma empresa, imaginad entre equipos de compañías tan distintas.

Por otro lado, es relevante tener en cuenta lo siguiente: hoy en día, la tecnología y por ende la sociedad que va a su remolque, van mucho más deprisa que las leyes. No deja de ser el paradigma que nos ha tocado vivir: la cantidad masiva de información que disponemos, la inmediatez de ésta, provoca que los Estados no estén preparados, legislen tarde y mal, generando frustración entre los ciudadanos. Por ello hoy en día, más que nunca, es fundamental contar con gobernantes que tengan una visión precisa de hacia dónde nos dirigimos.


Preparado en colaboración con: Isidre MarchFull professor of Entrepreneurship and Innovation Management at the University of Valencia.

Post actualizado el 08.marzo.2020.