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sábado, 8 de octubre de 2022

La increíble historia de Ahmed, el vigilante de seguridad que entrena boxeo y artes marciales a migrantes en el antiguo cauce del río Turia



Ahmed es un chico común. Originario de Argelia, lleva más de 10 años en Valencia, aunque calza la treintena, con una vida tranquila como vigilante de seguridad.  Una persona que decidió hacer parada permanente en España, donde se labra el futuro a base de honestidad, trabajo duro, perfil bajo y contribuir, a su manera, en la comunidad que habita. Aquí es donde precisamente Ahmed destaca. 


De complexión fuerte, altura promedia, voz grave pausada y acento magrebí encantador, llama la atención su barba densa, bien perfilada, y negra como el tizón. Se la mesa orgulloso cuando te acercas a él con un punto de curiosidad y le preguntas: ¿pero tú qué puñetas haces aquí todas las tardes dejándote golpear?. Y es que Ahmed, en sus tiempos libres, baja al rio a entrenar a chavales, generalmente migrantes como él, que están empezando a granjearse un futuro - hacer la pregunta de cómo han llegado hasta aquí es de valientes -, y les ofrece la posibilidad de que descarguen tensiones a través del deporte, de desfogarse en un entorno de confianza. 


Todo sucede en un pequeño cuadrilátero invisible de césped ya inexistente en el tramo VI del Jardín del Turia, horadado por tanta pisada repetitiva, y junto a uno de los diversos gimnasios al aire libre diseminados a lo largo del cauce. Aquí te enseñan a pegar tortas y a saber encajarlas; también a compartir las máquinas instaladas con otros deportistas que parecen cien veces más profesionales que el que suscribe. Y, como línea de fondo, a valorar la inmensa suerte de que nos haya tocado nacer aquí. En definitiva, una ubicación anodina y sin embargo con ingredientes muy particulares de diversidad, respeto y compañerismo que nos pone a todos en el mismo plano - una bofetada de realidad ante las tonterías que nos acechan .


¡Ojo con Ahmed! Él, que hace de sparring de sus chicos, que da consejos acerca de cómo golpear más y mejor, te invitará a probarlo. Yo no he sido lo suficientemente valiente, pero tengo la intuición de que debe producir un chute de adrenalina. Como su historia, silenciosa y de alto impacto positivo. Te invito que hagas una pequeña pausa en tu entrenamiento para que los conozcas: igual te apetece que te den una hostia.


 Y es que Ahmed es un chico común que hace cosas extraordinarias. Gracias Ahmed, toda una lección.




domingo, 25 de abril de 2021

La guerra fratricida entre las ciudades por atraer talento global


No sólo las corporaciones trabajan para atraer y retener talento. Las ciudades, e incluso los países cuando su tamaño (pequeño) lo permite, se encuentran en una guerra fratricida por llamar la atención y acoger a los que serán considerados visionarios dentro de 20 años.

Esta guerra soterrada e invisible a ojos de los mortales comunes tiene sin embargo una especial relevancia, pues es la inversión de hoy en talento la que marca el estado de salud y el porvenir de la ciudad y la mancomunidad circundante de aquí a 10 años vista. Son decisiones de hoy con un alto calado en el mañana, y si bien la opción de no hacer nada y dejarlo todo al azar es la más popular y frecuente, hay otros que prefieren optar por ser parte de la solución, no del problema, y pasar a la acción. 

Ganar la capacidad de exhibirse sexy y no casposo ante este grupo de soñadores, sobre todo cuando tu mercado objetivo es una distribución de Weibull que concentra la mayor parte de su población entre los 25 y 35 años, es una labor que requiere una visión 360, estrategia de aproximación y precisión en su cumplimiento, así como hacer de facilitadores de los ingredientes que necesitarán estos jóvenes y no tan jóvenes para hacer que las cosas ocurran: dinero.

Las ciudades son hoy en día el motor económico de cualquier país, concentrando porcentajes de población y PIB sorprendentes (el 30% del territorio concentra al 90% de la población y el 70% del PIB en España. Por ello, además de hablar de los países o las regiones , ahora también se menciona y trata a ciertas ciudades como si fueran ciudades-estado.  Y la llegada de la tecnología nos hace nómadas digitales para poder decidir dónde queremos vivir.

Variables de peso a tener en cuenta


¿De qué manera convencer a los quimeristas? Si bien hay varios estudios al respecto, casi todos coinciden en los siguientes:

  • Seguridad, frente a la inseguridad y violencia en muchas ciudades o barrios
  • Buen tiempo: climas cálidos y a ser posible, lugares de costa
  • Diversidad y multiculturalidad, para poder enriquecerse y aprender de otras culturas sin necesidad de viajar
  • Dinamismo de la ciudad: actividad las 24 horas, con un flujo constante de actividad humana.
  • Un precio de la vivienda asequible, un tamaño de la ciudad asumible y unos transportes públicos eficientes y puntuales - ¡que no sea necesario coger el coche!
  • Pedestrian friendly: alineado con el punto anterior, se trata de poner a las personas por delante del coche
  • Con buenas comunicaciones, a nivel nacional e internacional
  • Con paraísos cercanos, a ser posible a menos de 2 horas de distancia
  • Ecológica
  • Con un reconocido prestigio en áreas específicas, sobre todo de sus Universidades

Pero todo esto, 
  • Sin visibilidad, no vale para nada. Por eso es importarte serlo y parecerlo, ser muy constante en el mensaje y demostrar lo que puede parecer obvio con ejemplos y casos de éxito. En este sentido, el cuarto poder, el periodismo, puede y debe jugar un papel muy relevante para poner en órbita la ciudad y sus bondades.
  • Sin dinero, tres cuartos de lo mismo. Ante ello, políticas de atracción de grandes fortunas, acercamiento a family-offices o estrategias para la atracción de inversión, son fundamentales para hacer feliz al talento.

Casos de éxito


Ciudades y países que están en la Champions League de la atracción del talento hay bastantes, si bien por cercanía y modelo destacan dos -Barcelona y Estonia-, y Valencia como pequeño caso de estudio:
  • Barcelona, que ha sido capaz, tras los Juegos Olímpicos, de convertirse en ciudad de referencia en cuanto a atracción del talento se refiere, sólo por detrás de Londres y Berlín. ¿Quién no quiere visitar Barcelona, y lo que es mejor quedarse a vivir allí? Y es que a pesar de sus vaivenes políticos, sigue siendo la gran deseada en España. Sin embargo, la Ciudad Condal adolece y sufre de tensiones de coste de vida muy alto y que no todo el mundo se puede permitir. Eso sí, las tres coinciden en el hecho de que ponen en el mismo cesto talento y dinero, variables que tarde o temprano se tienen que dar la mano.
  • Estonia, declarado primer país digital del mundo y con la tecnología por bandera, donde es posible establecer una empresa en 10 minutos u operaciones quirúrgicas con expertos a cientos de kilómetros de distancia con ayuda del 5G. Un país en el que las empresas relacionadas con la tecnologías de la información y la comunicación son los que más han crecido en aportación al PIB desde 2016, el espejo en el que se reflejan los políticos independentistas para crear sus repúblicas digitales al margen del Estado. Porque los políticos estonios no se cansan de repetirlo: si ellos han construido una sociedad digital, cualquiera puede hacerlo.
  • Valencia: por ser el caso más cercano y que vivimos día a día, por su singularidad y por el camino que ha elegido, cabe mencionar el caso de la ciudad de Valencia. Sin estar en la Champions League de las ciudades arriba mencionadas, los factores que hacen de ella una ciudad muy deseable son los siguientes:
    • Coste de la vida asumible: al menos un tercio más barato, o quizás más, respecto e Madrid o Barcelona.
    • Un clima benigno: la playa de la Malvarrosa hace años que fue conquistada, todos los días del año, por extranjeros.
    • Una Universidad puntera: no ya la Universidad de Valencia o el Politécnico, también las Universidades privadas están aportando su grano de arena de manera considerable
    • Un factor diferenciador y a la vez inspirador - la ingente tarea que está haciendo Juan Roig para dibujar a Valencia en el mapa:
    • El hecho de ser estar en el top 3 de manera año tras año como ciudad de Europa que más estudiantes Erasmus recibe 



Conclusiones


  • No debemos olvidar que el dinero atrae más dinero, y es por ello que son necesarias políticas de alfombra roja para su atracción. 
  • Cabe decidir en qué pretenden las ciudades destacar, y para ello se establecer los llamados Hubs de desafío: aparecer en el ideario de los emprendedores como ciudades que son capaces de concentrar y aglutinar a los mayores expertos en ciertas líneas de trabajo o desafíos universales, todo ello de la mano de una Universidad potente, dinámica y que da respuesta a las necesidades de la empresa en tiempo y forma, es clave a la hora de atraer rara avis. Las temáticas que están atacando más los idealistas son:  
    • Competitividad económica
    • Digitalización & Robótica
    • Logística
    • Cambio climático
    • Energías limpias
    • Envejecimiento, sanidad & tercera edad
  • Esta es una inversión a muy largo plazo - estamos hablando de más de 10 años. Es por ello que está muy expuesta al cortoplacismo político y las crisis económicas: sólo a través de convicción y perseverancia se llega a buen puerto

En definitiva, los gestores de la ciudad han de convertirla en un lugar en el que el talento desee vivir, trabajar y divertirse. La combinación entre capacidad para atraer talento, y la capacidad para atraer inversión es precisamente el punto de partida para diseñar la ciudad del futuro, en la que la relación de la ciudad con el ciudadano será clave.

domingo, 15 de marzo de 2020

Tartamudez: mis vivencias personales, pautas y conclusiones

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No puedo determinar con exactitud cuándo empecé a tartamudear. Tampoco de cómo ha sido mi evolución a lo largo de los años. No tengo registros, y esta carencia documental la atribuyo principalmente a:

  1. Mi continua insistencia en mirar hacia otro lado,a no querer enfrentarme al problema, 
  2. A que, al fin y al cabo, he ido superando las diferentes fases de la vida y casuísticas que se me han planteado con un nivel de éxito que me ha parecido aceptable.

Echando la vista atrás sí que opino que habría gestionado la situación de otro modo. No puedo culpar a mis padres de mi handicap (hace 40 años no existían los medios ni la consciencia y sensibilidad del tema; si siquiera la localización geográfica en la que vivíamos ayudaba); es más, ni siquiera yo lo he sabido gestionar convenientemente en mi edad adulta. Hoy en día hay mucha documentación, de todo en internet, y sin embargo sólo ahora desde que estamos intentando relanzar la Asociación de la Tartamudez de la Comunidad Valenciana me estoy preocupando por recopilar,organizar y leer algo de información.

Por fortuna mis hijos no son tartamudos, más todo lo contrario: me asombra la capacidad de trasmitir que tiene mi niño - me parece excepcional; mi hija también lo trabaja y el día que tenga que exponer ante un público determinado trasmitirá mucho más que un mensaje. Es curioso lo importante que es todo esto para nosotros, los que sufrimos disfemia: esperamos que nuestros seres queridos no pasen por esto.

Como reto para estos días de confinamiento por el coronavirus me he propuesto escribir por primera vez de la tartamudez, palabra que odio pronunciar, que es mi tormento que viene y va pero siempre convive conmigo. Y me gustaría que mis compañeros de ASTACOVA hicieran el mismo ejercicio y compartieran un poco sus sensaciones y sentimientos al respecto. Porque además tengo la teoría no demostrada de que la falta de habilidades en el habla quizás nos haya dado, de manera natural y sin darnos cuenta, habilidades en otros aspectos de la vida.

Evolución

Como comenté anteriormente, no tuve la fortuna de ir a ningún centro especializado; en realidad los medios con los que cuentan hoy en día los colegios (incluso los públicos), digamos psicólog@s o logoped@s, me parecen de ciencia ficción en aquellos días.

Supongo que sobrellevé la tartamudez como buenamente pude durante la adolescencia, pero hay un matiz que sí que tengo claro y es importante mencionar: creo que puedo decir que tuve la fortuna de crecer en un entorno de respeto en relación al problema. No recuerdo a nadie que burlándose o riéndose: así pues, ¡qué suerte que tuve!.

Pero, como todo el mundo, tengo al menos un par de recuerdos de situaciones complicadas:

  • De pequeño iba a misa, y en ocasiones había que leer el Evangelio - era rotatorio-, y claro, pues de cuando en cuando me tocaba: ¡era un verdadero trauma!. Esto mismo sucedió hasta casi la mayoría de edad, con la Confirmación. 
  • Una vez en clase, tendría entre 11 y 13 años, levanté la mano para comentar una noticia sobre... ¡la independencia de Cataluña! (ya se hablaba de eso, madre mía): bueno, pues a duras penas pude contar el caso. No se me olvidará. 


Tampoco soy capaz de trazar una historia detallada de cómo me han ido trascurriendo los últimos años - en el momento de escribir este post calzo 44 años -, pero creo que puedo decir, de una manera cualitativa, que existen una serie de elementos significativamente importantes que están ayudando a aligerar el peso de la mochila:

  • La experiencia sobrevenida por la edad
  • Aprender a bailar con ella, a contemporizar, a relativizar
  • La perseverancia por mejorar -poca, he de reconocer-
  • Las pequeñas actividades que he ido llevando a cabo a lo largo del tiempo
  • Interiorizar que esto es algo que me acompañará toda la vida ayuda: tengo que vivir y convivir con ella.


Ahora bien, hablar del tema abiertamente, a calzón bajado como decía mi amigo Trivi (D.E.P.), nada. Nada de nada. Ni está ni se le espera. Ni siquiera ahora, empezando a peinar canas, apetece sacar el tema a colación. Y si sale, la reacción natural es ponerme a la defensiva o pasar al ataque y mostrarme con un punto de agresividad. Controlar las emociones con este tema requiere pensar dos veces las cosas antes de decirlas.

Por otro lado, quisiera mencionar lo siguiente, para ayudar a explicar mejor mi patología: tengo la inmensa fortuna de haber podido estudiar y hablar otros idiomas. Pero mi cuerpo reacciona de manera diferente con ellos: cuanto menos controlo el idioma, menos tartamudeo. Y esto creo que es así porque mi cerebro no es capaz de atravesar todos los procesos necesarios de la lengua cuando no es mi idioma materno. Paradójicamente, con el valenciano sí que me atranco, pero creo que tiene que ver por dos motivos fundamentales:
  1. No conozco su gramática, lo cual me genera inseguridad.
  2. Las expectativas de que lo hable perfecto son altísimas, lo cual también me genera inseguridad.

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La importancia de reconocer el problema

Decir esto no es fácil, pero el sentimiento o la reacción que siento al tema apenas ha variado a lo largo de los años: odio, asco,temor, angustia. Y tengo mis dudas de que vaya a cambiar. Simplemente aprendes a vivir con ello, y esto no deja de ser una reacción de puertas para adentro y diferente a reconocer que tienes algo, que ya implica un punto de vista de puertas hacia afuera: verbalizar, comunicar, compartir.

Quizás sea el hito más importante del tartamudo: reconocer que ésta existe en tí, para luego intentar hacer algo al respecto. Personalmente creo que no he llegado a ese punto, sigo en modo rebelde o como si no existiera, como si pudiera esquivarla. Paradójicamente, también tengo la certeza personal de que cuando reconocemos un problema, tenemos el 80% del camino hecho.

Y en esto estamos: haciendo y deshaciendo el camino, equivocándonos, cayendo, acelerando y frenando. Con días de gloría y días realmente desafortunados. Pero claro, nadie ha dicho que fuera fácil. Y es que si fuera fácil cualquiera lo haría. Y esto puede parecer un chiste pero no lo es:
  • Para los no tartamudos, sencillamente no hay problema
  • Para los tartamudos, eliminar o reducir el problema, es todo un reto

Primeros acercamientos a especialistas

Antes de empezar a tratar este tema, me gustaría entonar el mea culpa: mi interés por afrontar el tema ha sido siempre nulo o casi nulo: pensaba que algún día, de manera natural, se marcharía igual que vino. Y todavía sueño con que la ciencia, con una pastilla, una operación o una descarga eléctrica, me lo solucione.

Mi primer contacto con el tema fue acercarme a una logopeda en el Mercado de Colón. No recuerdo quien me la aconsejó, pero sí llegar allí y explicar mi caso, ejercicios de respiración, lectura pausada y deberes. Estuvo bien como primer acercamiento a la ciencia, más creo que no aguanté más de tres o cuatro sesiones. Además, tampoco repetía los ejercicios en casa. Ergo suspendido. Duré un mes.

Mi segundo acercamiento fue acudir a la ASTACOVA, Asociación de Tartamudez de la Comunidad Valenciana. Aquí fue donde conocí a los primeros compañeros con los cuales, sin conocerlos, compartía algo muy profundo e importante. Claro, cuando sólo eres el 1% cuesta tener visibilidad, pero si además ese 1% está estigmatizado y se queda en casa, pues en realidad eres todavía más aguja en el pajar. No obstante, me sorprendió los muchos que éramos en las reuniones, y los pocos que éramos para una ciudad como Valencia.

En ASTACOVA no había especialistas, creo recordar. Eramos un grupo de gente con algo en común, que compartíamos experiencias e intentamos, durante un tiempo, dar visibilidad a la tartamudez. Fue, sin duda, toda una experiencia personal: tenías que obligarte a  hablar de lo que más odias. Yo diría que aprender, lo que se dice aprender, no aprendí nada salvo un par de cosas:
  • A quererme un poquito más 
  • A quitarle hierro al asunto. 

De alguna manera, conocer personas con tus misma sintomatología ayuda, supone un apoyo moral tremendo, un subidón de adrenalina que reconforta. Además te fuerza a hablar de ello, pues hasta ahora había sido tema tabú. Estamos hablando de 2010 aproximadamente. Pero también terminó.

El combustible proporcionado por ASTACOVA todavía me dura y me ayuda a enfrentarme a mis miedos cada día. Pero no ha eliminado por completo mi tartamudez, y es por ello que he seguido recabando ideas y ejercicios que me he ido encontrando por el camino para dar forma a un plan al cual recurro cada vez que la ocasión lo merece: por motivos de trabajo cada vez tengo que hablar más en público y no me queda otra alternativa que generar una serie de pautas que me ayuden a tener éxito en mis exposiciones. Paradójicamente, mi hija mayor me ayuda, me reta, repite mis pautas y, con todos los respetos, es una máquina, y yo acabo sintiendo una mezcla de envidia y orgullo por la competidora que me ha salido en casa.

Pero... ¿esto se puede medir?

Como Ingeniero y además dedicado a temas de innovación, algunas de las primeras preguntas que nos hacemos cuanto tenemos un problema son:
  • ¿Puedes describir con precisión el pain, el dolor?
  • ¿Cómo de grande es el pain?
  • ¿Esto se puede medir?
  • ¿Existen registros?
Aplicando esta metodología al tema en cuestión, opino que que sólo la primera pregunta se puede contestar con precisión. Para el resto, y los expertos que me corrijan, creo que no tenemos respuesta cuantitativa. Esto es, no podemos decir (ejemplos): 
  • David tiene una tartamudez escala 7 sobre 10, o
  • David presenta un cuadro de espasmofemia de 5 y de tartajofemia de 4.
No obstante lo anterior, las últimas semanas que he estado leyendo y recabando información al respecto, la verdad es que creo que se ha avanzado. Nosotros tendremos que vivir con esto, pero el sistema creo que está más concienciado y preparado para las nuevas generaciones que tengan dificultades en el habla

A pesar de todo ello, a día de hoy sigo enfrentándome en solitario al miedo de hablar en público, sufriendo particularmente en aquellos momentos en los que, por el motivo que sea, la inseguridad se apodera de mí. Estos son los peores porque estás expuesto y no hay barrera física ni manera de desaparecer. Algunos también descubren esa debilidad en tí y la explotan: en estos momentos te sientes como un maniquí en un ring de boxeo, sin parar de recibir golpes y sin capacidad de respuesta.

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Plan de Acción

Como comentaba anteriormente, las arrugas han venido acompañadas de una serie de pautas que, en algunos momentos, me han proporcionado un éxito considerable. Creo que puedo estar moderadamente orgulloso de haber conseguido pequeños hitos laboralmente hablando que quizás no estén al alcance de cualquiera, ya sea tartamudo o no.

Algunas de estas pautas que he aprendido me gustaría compartirlas. Son las siguientes:
  • Ejercicios de respiración: hacer yoga me ha permitido descubrir volúmenes pulmonares desconocidos en mí hasta ahora, y es que al parecer sólo uso un tercio de mis pulmones cuando respiro. 
  • Grabarme con una cámara de vídeo, una y mil veces. En este sentido, como nos han explicado en alguno de los cursos que he tenido oportunidad de atender, con trabajo, todo es alcanzable: incluso esto. Es simple y llanamente cuestión de práctica
  • A la hora de hacer presentaciones, preparar chuletas tamaño cuartillas con las ideas principales. Así podemos recurrir a ellas cuando se nos olvida algo. 
  • Preparar muy bien los temas: hasta la extenuación. Ser el experto número 1. 
  • Forzarme a hablar muy despacio: es tedioso hasta para uno mismo, pero es lo que hay, puesto que lo importante es el mensaje. 
  • No compararse: no es justo para tí, cada uno tiene su estilo, y es totalmente respetable.
  • Enviar audios en lugar de escribir mensajes en el whatsapp, y luego además escucharnos: ¡qué doloroso es!. Fue recomendación de Lidia, y la verdad es que es un ejercicio sencillo y muy útil. 
Ciertamente, cada persona tartamuda es un mundo, así como la manera en que la tartamudez se expresa a través de nosotros al hablar.

Es importante reseñar también que muchas veces nosotros mismos nos obsesionamos con el tema, y que el lenguaje no es sólo lo que sale por la boca, sino que es también comunicación no verbal, contexto, etc. Este no es un tema menor, más bien al contrario, y debemos tenerlo siempre muy presente. Porque no somos lo que somos o lo que imaginamos que somos, sino lo que proyectamos.

Finalmente, enfrentarse a pequeños retos es también una buena práctica. Por motivos de trabajo he tenido que ir ganando fluidez en oratoria, he participado en algunos eventos y, si todo va bien y no se tuerce, el siguiente reto será ser profesor de un postgrado en una Escuela de Negocios. Son pocas horas, pero da igual: lo importante es superar el reto. 

Conclusiones

El hecho de que a pesar de los ejercicios, pautas y pequeños trucos nunca llegaremos a ser cero tartamudos, es bastante descorazonador, sinceramente. Aprender a aceptarnos como somos es el primer paso, en cualquier caso, junto con el de no guardar rencor, porque no vale la pena y ocupa lugar en nuestra mochila vital. Y es que sin lugar a duda la tartamudez afecta a nuestra estima: genera miedos, traumas, te lleva a caminos oscuros.

Disfrutar de un entorno familiar, de amistades y laboral, de comprensión, respeto y apoyo es fundamental.

No hablar del tema no ayuda: personalmente no me gusta hablar de ella y lo tengo aparcado como tema de conversación. Y sin embargo convive conmigo y me desgasta desde que me levanto hasta que me acuesto: arrasa con todo los días de tartamudez dura.

Creo que me ganará la guerra, pero os puedo asegurar que en alguna batalla la vitoria ha sido mía (y no eran batallas menores): ahora sí, hay centenares de actos o eventos o situaciones que implicaban un micrófono delante o un cierto nivel de exposición, y que sutilmente he declinado o renunciado por miedo.

Probablemente, ser tartamudo nos haya hecho ser mejor personas porque de manera natural hemos aprendidos a ser empáticos desde pequeños: nos cuesta menos ponernos en el lugar de otra persona. Tampoco debemos pasar por alto que todos tenemos problemas, todos lo pasamos mal, todos tenemos handicaps mentales y sus sueños no siempre se hacen realidad.

Este post, que pretendía contar una historia un poco autobiográfica con objeto de compartir mi experiencia, se ha acabado convirtiendo en una paella de chorizo - ¡lo siento!.

sábado, 28 de diciembre de 2019

Investigadores de la UPV inventan equipo que permite medir la felicidad en las personas



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Investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia liderados por el Profesor Marcos M.P. inventan el equipo que permite medir la felicidad de las personas en función de la proteína ZP4, presente en un nuevo órgano que no se ve bajo el microscopio llamado intersticio.

Este hallazgo abre el camino a conocer “de qué manera se genera la dicha y el bienestar, y por tanto, diagnosticar problemas de infelicidad, así como intentar producir un anticonceptivo contra ella”, afirma Rubén T.C., uno de los investigadores de la UPV. Según el experto, aunque “existen  mutaciones que afectan a la ZP4 en la población humana, éstas no son frecuentes y tienen una probabilidad baja, por lo que los resultados obtenidos son perfectamente válidos para un 99,9% de la población”.

Asimismo, el invento permitirá controlar la población de seres humanos generalmente infelices y que llegan a convertirse en plagas y “generan un alto coste e impacto en la sociedad”, explica M.P.

El equipo de la Universidad Politécnica de València ha tenido que dar nombre a una unidad para poder cuantificar la felicidad: el nombre elegido ha sido el felibelio. Esta unidad, que pasará a formar parte del Sistema Internacional con el símbolo fb a partir de Marzo del 2020, equivale a la cantidad de energía desatada por el intersticio de un ser humano al vacío en comparación con la masa del prototipo de platino iridiado que se encuentra en la Oficina Internacional de Pesas y Medidas de París.


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El felicímetro, en las instalaciones de la UPV en Valencia

El equipo de medida, llamado felicímetro, actualmente se encuentra en fase de pruebas, ya incorpora redes neuronales y tiene unas dimensiones similares a los primeros ordenadores que se fabricaron: 27 toneladas y las dimensiones de una plaza de garaje. No obstante, se cree que la tecnología permitirá, a medio plazo, que incluso las pulseras de actividad incluyan el felibelio como una variable más a medir, de manera que controlemos el estado de nuestra dicha a demanda, la monitoricemos, establezcamos alertas de excesiva o baja felicidad e incluso lleguemos a predecir cómo será nuestro estado de felicidad gracias a la Inteligencia Artificial, en función de variables internas (señal electrocardiográfica, capacidades y volúmenes pulmonares, saturación de oxígeno, presión arterial, estado mental, etc) y externas (ubicación, horario, estación del año, cercanía de seres queridos, edad media del grupo alrededor, gente tóxica a nuestro alrededor, etc). La APP creada al efecto dará consejos y recomendaciones para mejorar nuestros estados de felicidad.

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Prototipo de la futura pulsera de actividad

Este trabajo, publicado en la revista eLife, se ha desarrollado en una muestra de conejas modificadas genéticamente a través de la tecnología JODR, la primera técnica de mutación en conejos realizada en España.




sábado, 7 de diciembre de 2019

Valencia: start-ups (ergo talento), movilidad y running en la terreta

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Ojo, Valencia, se está poniendo el foco en ti: parece que la Terreta está llamando la atención, te han descubierto, eres sexy, lo sabes tú y ahora también los demás. 

No hace falta más que pasear por las calles para descubrir cómo el perfil de la gente, más allá de los turistas en el centro, está cambiando. Y es que se escucha con frecuencia otro idioma, se ven otros rasgos: la multiculturalidad se ha instalado, las familias han descubierto no sólo el microclima, sino también la amabilidad de la ciudad en general, un coste de vida moderadamente asumible y la posibilidad de establecer un proyecto de futuro.

Y: los colores en general, y el azul en particular. No hay comparación. Es cierto que hay que tener cierta sensibilidad para captar esto, pero si éste es el caso del lector, estás de enhorabuena, porque es incomparable. Exponemos a continuación algunas de las claves que creemos ayudan a entender el buen momento en el que se encuentra la ciudad. Quizás no son los más relevantes,pero sí contribuyen a la buena salud y reputación del cap i casal.



El universo startapero, y como consecuencia la atracción de talento


Juan Roig olió sangre hace años cuando estableció el triángulo Lanzadera - EDEM - Angels en La Marina. Sus mensajes y sus actos, poniendo la alfombra roja a las ideas brillantes, a supuesto un antes y un después. Él ha sido el tractor de muchas iniciativas, ahora con el viento de cola otros muchos se han puesto a rebufo, pero hay que reconocerle la pasión y la visión, así como el riesgo que ha asumido.

Y de un día para otro, da la sensación de que la ciudad se ha convertido en cuna de aceleradoras: es buena noticia el hecho de que muchas elijan Valencia como base de operaciones. Algunos ejemplos son:
  • Zubilabs
  • Demium Startups
  • Insomnia
  • Startupxplore

Dicho esto, no debemos caer en que cualquier empresa ahora se dedique a acelerar: para ello más vale participar en programas Corporate.

Como consecuencia de,o e paralelo, están surgiendo una serie de start ups que no sólo están dando soluciones disruptivas a problemas reales, sino que están saliendo de nuestras fronteras y lo están haciendo realmente bien. Hablamos de empresas del ámbito de la Industria 4.0 como Witrac, Mesbook, o Tyris, de movilidad como Flit2Go, de atracción industrial como Gobernanza Industrial o la misma Zeleros con su  Hyperloop. Acumulan premios y son vanguardia y referencia del saber hacer valenciano en el exterior.

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Costes de emprendimiento en las principales ciudades europea: Valencia está por debajo de todas ellas.

Indisolublemente asociado al mundo de las start-ups está el talento, y su capacidad de atraerlo o retenerlo, según el caso. Esta "Y" es crítica para cualquier empresa y ciudad, por supuesto. ¿Y cómo se se consigue esto? Si bien existe literatura relacionada con la atracción y retención del talento en el ámbito privado, en el ámbito público el asunto sólo ha cogido relevancia durante los últimos años.  En cualquier caso, ganar esta capacidad es crítica a corto, medio y largo plazo, como ciudad, como sociedad y como comunidad, pues nos pone a otro nivel de una manera natural.


La movilidad


Las iniciativas de movilidad están haciendo la ciudad más amable, sostenible, paseable, disfrutable. Independientemente de las críticas, que siempre las habrá, hay que reconocer la valentía del gobierno actual por liderar la movilidad sostenible: el día que dejas el coche y coges una bici, ya no vuelves a las cuatro ruedas. Hoy en día es bastante asumible poder cruzarse la ciudad de un extremo a otro sin tener la sensación de que vas a morir en el intento. 

A más a más, la conexión del río con el mar ha roto también muchas barreras mentales. Ya no hay excusa para decir que no se puede llegar a la playa desde casi ningún punto de la ciudad. Los extranjeros inundan los viales en dirección al mar, estaría bien que los que aquí vivimos sepamos reconocer el tesoro que tenemos aquí. Cada día está más cerca poder pasear por el eje Plaza del Ayuntamiento - Plaza de la Reina - Plaza de la Virgen, sin coches, o incluso la calle Colón. Quizás lo veamos en esta legislatura. 

Lo que está bien claro es que el concepto de “movilidad sostenible” va más allá de los beneficios ambientales puesto que promoviendo este tipo de transporte, también se busca el bienestar económico, social y de tránsito de los habitantes, y todo ello redunda en una mejor
 calidad de vida para todos los ciudadanos.



El running


Y finalmente, volvemos otra vez al principio: agradecer de nuevo a Juan Roig el lema Cultura del Esfuerzo. Bueno, y otras muchas cosas, este señor es una inspiración per-se. Muchos de los que hemos vestido la camiseta de nuestro equipo de Baloncesto en épocas pretéritas con este lema inscrito, lo llevamos grabado en nuestra piel. 

Tener la visión de que el running puede ser uno de los motores de la ciudad no es nada fácil, y menos venderlo y que te lo compren. En realidad él no necesitaba venderlo: creó la Fundación Trinidad Alfonso en honor a su madre y lo puso todo en marcha. Gracias a ello,  Valencia se ha convertido en la Ciudad del Running. 365 dias al año. No conozco ninguna ciudad con tantos eventos relacionados con el running, amén de la comunión que existe con la ciudad en este sentido. Chapeau.  

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El río es el eje vertebrador que todo lo une. Es tan elástico y adaptable que vale para cualquier perfil, de 0 a 99 años. Es sencillamente maravilloso, un gran pulmón que recorre la ciudad de Oeste a Este. Y como una cicatriz dentro del cauce tenemos el Circuito 5k, pista de entrenamiento para miles de personas cada día. De hecho algunos de sus tramos son los más recorridos por los runners durante la semana, según estudios de aplicaciones deportivas. Eso sí, en hora punta con los picos de tráfico llegas a pensar que cualquier día morirá de éxito, que debe ser ampliado. Pero en cualquier caso es una experiencia. 

Como traca final del año la Fundación Trinidad Alfonso patrocina dos grandes eventos, la Media Maratón y la Maratón de la ciudad. Dos eventos singulares que convierten la ciudad en un gran escaparate, que han cogido tal potencia y renombre que se han convertido en polo de atracción de corredores con sus familias. Los que hemos vivido la llegada de la maratón en el marco de la ciudad de las Ciencias, ciertamente no olvidamos. No hay corredor que se precie que no quiera tener su foto acabando en ese marco incomparable. Y la ciudad, de nuevo, se vuelca con su evento: la visión túnel que tiene el corredor cuando participa en esta carrera provocada por los espectadores aplaudiendo y animando sin parar genera unas sensaciones inolvidables. Te hace sentir único, especial,  similar a participar en unas Olimpiadas.



Conclusiones


Entonces, ¿habemos momentum? Pues estamos en ello, pero todavía hay margen, existe un delta de mejora que se puede recorrer en los próximos años. Hoy en día Valencia no tiene nada que envidiar a Barcelona, ... o sí en ciertos aspectos. Barcelona, a pesar de todo,sigue atrayendo más talento que Valencia, pero por su ubicación geográfica está constreñida y le cuesta crecer. Además, su situación política no ayuda y las personas, las empresas y las ideas ven en la ciudad del cap  i casal un plan B fantástico que, una vez aterrizadas, les parece incluso mejor que el plan A

No solo eso: empresas de videojuegos que nacen al abrigo de las aceleradoras, el bibrante barrio de Ruzafa,el marinero Cabanyal y el viejo Carmen, la Iglesia de San Nicolás - nuestra pequeña Capilla Sixtina- , el BioParc, la Marina Juan Carlos I o la playa de la Malvarrosa, configuran un menú muy deseable desde cualquier punto de vista. 

Además, Juan Roig, nuestro mecenas, sigue empujando: la cicatriz que está dejando en la ciudad es todavía incuantificable, está por ver. Ojalá hubiera más Juan Roig en Valencia, y en todas y cada una de las ciudades y pueblos. Quizás nos falte un poco de alta montaña - los Pirineos, Sierra Nevada están a cinco horas de distancia - pero esto también nos sirve de excusa para viajar.

Existen riesgos, claro que sí: como el que la Ford decida localizarse en otro país y cierren la factoría, que el Nacionalismo excluyente aterrice también aquí, o que no se consiga mejorar la calidad y los salarios de los puestos de trabajo. O el Brexit, que está por ver cómo impacta.

En cualquier caso, seguir floreciendo empresas con ideas disruptivas, mantener la capacidad de atraer talento, y ser habilidosos y creativos para hacer mucho con poco, nos servirá para seguir ascendiendo posiciones y quizás algún día poder tratar de tú a tú a Madrid o Barcelona.

El momentum que está viviendo la ciudad hoy quizás sea objeto de recuerdo y estudio en el futuro.

València, la millor terreta del Mon.

domingo, 23 de septiembre de 2018

Eres Gallina, Valiente, Galliente o Vallina?

Corriendo el otro día por la tarde con mi hijo por el río en Valencia - él iba en bici mientras yo intentaba "entrenar"- surgió la disyuntiva de ir por la senda de los corredores - llamado circuito 5K-, o por los viales empedrados que hay paralelos al río. Dado el poco tráfico de gente que había - casi nadie puesto que estábamos a más de 30 grados- le sugerí ir por el circuito 5K y que hiciera de liebre para mí. Algo a lo que él se negó en un principio.

Es lógico que se quiera negar, en cierta manera, puesto que hay carteles de Bicis No. Claro que el Circuito tampoco está hecho para andarines ni para gente con perros. Y los hay. Y muchos. Y parece que no molesta. 

Cuento todo este prolegómeno por la conversación que tuvimos a continuación de la disyuntiva que surgió. Si no molestábamos, no hacíamos daño a nadie, si él me hacía de liebre, y si el recorrido es mucho más ameno por el C5K, ¿por qué no hacerlo?.

Puedes, claro, seguir las reglas a rajatabla. Tomar el camino que otros te marcan. No replantearte nada. O puedes decidir asumir cierto riesgo controlado y tirar hacia delante. Es decir, si tienes una oportunidad delante de tí, no concibo no aprovecharla, ya sea corriendo o en el Colegio, Instituto, Universidad o en la vida personal o laboral. Básicamente viene a ser un No saber decir que No, o en otras palabras, Decir a todo que Sí, como Jim Carrey en una de sus películas: Dí que sí.


(Por cierto, comedia amena y en cierto punto aleccionadora: ¡llega un momento en que tienes que parar de decir que sí a todo!).

Bueno, tampoco hay que ser tan extremista. Pero la línea de pensamiento es válida para todos los aspectos de la vida y en el día a día. No se trata de ser un kamikaze, simplemente coger la low-hanging fruit que tienes delante de tí, y comértela.

En esto, que, a mitad de entreno, se me ocurre preguntarle si ha visto Regreso al Futuro - claro que la ha visto, ¡varias veces!. Y es que se me pasan por la cabeza las escenas en la que llaman Gallina a Martin McFly, y cómo él se revuelve siempre contra ello. Y se lo comento a Adrián, retándole a que se posiione entre el abanico de posibilidades que le ofrezco, que son: Gallina, Valiente, Galliente o Vallina - obviamente las últimas dos me las acabo de inventar.



Entonces él me pregunta qué es un Galliente, y qué es una Vallina. Y le digo: pues mira, un Galliente es un Gallina que acaba siendo un Valiente, y un Vallina es una persona que empieza siendo Valiente, pero acaba siendo un Gallina.

Él se ríe y me da esquinazo con la respuesta - está bien, lo entiendo. Simplemente pretendo que le de una pensada y reflexione sobre ello. Luego que sea lo que él quiera, pero obviamente pienso que de vez en en cuando hay que ser atrevido, por regla general hay más a ganar que a perder (no estoy hablando de negocios oscuros). 

Nadie empieza siendo un Valiente o un Gallina. Todos estamos condicionados por la gente que nos rodea y nuestras experiencias. Pero empieces como empieces, asegúrate siempre que acabas siendo algo que acabe en -ente. 

Ps. Perdón a quien se haya sentido ofendido por haber llevado a mi hijo por el carril de corredores.