- Airbnb ha permitido poner en valor los centros de las ciudades y ha generado riqueza en las familias, el entorno, dando lugar a toda una economía a su alrededor... hasta el extremo de convertir las mismas en un parque de atracción sin dotaciones para los vecinos.
- Internet y todo lo que se ha generado a su alrededor ha facilitado muchas de nuestras actividades, hasta que nos ha aislado.
- Las redes sociales nos han unido aunque estemos a miles de kilómetros de distancia, hasta que nos manipulan, enfrentan, y nos ubica en los extremos.
- BlaBlaCar, que permite optimizar el uso de un activo, .... ¿qué problema tiene Blablacar? ¿A quien perjudica? ¡A las compañías de transporte público!
Mis ideas, desencadenadas | Empezó con foco en innovación pero ha acabado siendo un cajón desastre de gestión, recursos humanos y mi intramundo.
domingo, 28 de febrero de 2021
La fábrica de gorditos
sábado, 20 de febrero de 2021
La delgada línea entre el visionario y el iluminado
Fantasear con hacer algo importante y que tenga impacto en nuestro entorno es un sueño recurrente e interesante que probablemente todos hayamos tenido. Creérnoslo, crearlo, darle forma, sacarlo adelante y hacerlo realidad es algo que está limitado tan sólo a unos pocos: la inmensa mayoría se caen de esa convocatoria.
domingo, 7 de febrero de 2021
La generosidad frente al individualismo como propulsión de iniciativas
¿Estamos asistiendo a una aceleración en la capacidad de aceptar riesgos y la habilidad en la toma de decisiones relacionadas con actividades que no forman parte del día a día ni están en la hoja de ruta de las personas y las empresas? Sin duda, por necesidad más que por creencia, la respuesta es que sí.
La tecnología ya nos puso un cohete en el trasero, ahora los fenómenos VUCA nos ponen contra la pared y no nos dejan elección. Para los que llevamos años olfateando, detectando, dando forma e intentando lanzar oportunidades en nuestro día a día, estos tiempos se han revelado como grandes ventanas de oportunidad frente al martilleante NO del pasado.
Y por todo ello, y apenas saboreando algún pequeño éxito en un mar de desasosiegos, no podemos - uso el plural con convicción aquí- más que quitarnos el sombrero y dar las gracias por aquellas personas que, en su infinita generosidad, escuchan, comentan, apoyan, retan, y ceden parte de su tiempo para que tu proyecto personal salga adelante.
Porque si bien la resiliencia y determinación se adivinan como causas determinantes para la consecución de los objetivos personales y profesionales, sin duda nade de ello sería posible si no fuera por el apoyo incondicional y sin grietas de aquellas personas que nos rodean, las que pendulan apareciendo y desapareciendo en función de cómo sople el viento, o incluso las de casi desconocidos que por una relación cercana se aproximan para contribuir. Y esto se llama generosidad, y esto existe hoy en día y es una bendición poder sentir ese calor. Y resulta inspirador ser agraciado por un regalo como este porque nos coloca en otra dimensión y hace creer, por un momento, en el ser humano como algo más que no sea su capacidad de autodestrucción.
Y yo me pregunto: si esto sucede a nivel micro, ¿no puede existir a nivel macro? ¿Acaso la situación de enclaustramiento permanente que estamos viviendo está haciendo florecer en nosotros atributos que teníamos olvidados? La generación más protegida, que no la más preparada, todavía está a tiempo de salir del individualismo con el que hemos sido vacunados - no contra el que deberíamos haber sido vacunados.
No necesito listar aquí de quien estoy hablando, más lo sabéis: tenéis mi gratitud eterna por ello.