domingo, 26 de diciembre de 2021

El dar sin esperar nada a cambio frente al dar - pedir - exigir



Al aterrizar en una de las más reputadas aceleradoras del panorama nacional, Lanzadera, el primer mensaje que te inoculan en las sesiones de mentoring es: dar, pedir y exigir  a todas las partes de interés. Pero, ¿y si fuera acompañado de algo más?

El mismo recado para todas y cada una de las start ups. Siendo bien cierto, junto con los de facturación, sistematización, y escalabilidad, hay también otros conceptos más etéreos pero no menos importantes que deben ser tomados en consideración: en particular, hablamos de dar sin esperar nada a cambio - primero como aprendizaje y luego como la herencia que vamos a dejar a nuestro pequeño gran ecosistema. 

Pero primero, el famoso lema de Juan Roig ... Dar Pedir Exigir. Mercadona pivota el argumentario en torno al concepto de reciprocidad. Esto es, primero dar, para satisfacer las necesidades de las personas. Segundo pedir lo que se necesita de esas personas y, por último, exigir si no me dan lo comprometido.

Para emprender en particular y para vivir en general, se llega motivado de casa y con las ideas bien claras. Y en Lanzadera se obstinan en tatuar este mensaje en la mente de los emprendedores. Queda claro y no cabe la más mínima duda al respecto. Pero, ¿y si antes pasamos por un estadio anterior? ¿y si complementamos este mensaje con el de, por qué no, el propósito y el legado?.

El propósito porque nuestras actuaciones, en el ámbito empresarial, deben honrar una visión que trasciende los muros de la empresa y los límites mentales de sus fundadores, llegando por transitividad no ya a los empleados, si no a las partes de interés que comentábamos al principio. 

El legado porque toda decisión que tomamos tiene, seamos o no conscientes, un impacto de medio y largo plazo en nuestro entorno personal y como comunidad: ¡alimenta al espíritu y la mente!. El legado lo tenemos que ir escribiendo poco a poco, no transciende al principio y sin embargo hace cayo y es capilar, por lo que debe estar presente desde que tenemos consciencia como seres humanos - algo que por desgracia ignoramos pues nunca nos informaron de ello. 

El concepto de dar sin esperar nada a cambio evoluciona constantemente a lo largo de nuestra vida:

  • cuando eres un niño, ni lo entiendes. ¡Nos están educando!
  • cuando eres adolescente, la práctica forjará amistades duraderas y nos proyectará como personas.
  • cuando alcanzas la mediana edad, empiezas a adquirir consciencia del asunto y, quizás, se pone en práctica. Nada más gratificante que devolverlo a los que una vez cuidaron de nosotros. 
  • en la tercera edad, si quedan fuerzas y vitalidad, entran las prisas e incluso nos preguntamos: ¿por qué no lo hice antes?

Línea de fondo: piensa, desde ya, en tu propósito y tu legado: es transversal y atemporal. Impactar positivamente alimenta el alma y complementa nuestro propósito empresarial. Al fin y al cabo, se trata de dejar un mundo mejor que el que nos encontramos al nacer.

sábado, 25 de diciembre de 2021

La suerte y la buena suerte



El concepto de suerte revolotea de manera reiterativa en nuestro día a día. Acudimos a ella para explicar eventos inesperados, inexplicables o cuando algo escapa de nuestro control. Pero, sin ningún género de duda, ¡se necesitan comprar boletos!. Sea como fuere, hay dos tipos de suerte: la ordinaria y la que se trabaja. 


La primera es azarosa, sobrevenida y no depende de nosotros sino de variables externas que no podemos verificar. Científicamente, sólo la estadística nos puede dar la respuesta: si compramos un boleto, la probabilidad de que el evento comprado suceda siempre está ahí y existe. 

La segunda la vamos generando nosotros mismos en función de nuestras actitudes ante el reto al que nos enfrentamos - ya sea vital, un proyecto, un problema. No la podemos controlar pero sí podemos influir en ella, de manera que pueda llegar a suceder. Continuando con el símil, lo que hacemos es comprar boletos de manera compulsiva, como si no hubiera un mañana.

El arte de crear la buena suerte, intervenir para trazar nuestro propio destino, precisa de consciencia (creernos que podemos hacerlo), resiliencia (perseverar, a través de un plan), pasión (poner toda la carne en el asador) y amor por lo que uno hace (actitud positiva). Este libro de Álex Rovira y Fernando Trías de Bes lo explica muy bien: La buena suerte - claves para la prosperidad.






La suerte nace del carácter optimista frente a las dificultades que se presenten diariamente en la vida. Rendirse no entra en el vocabulario y es preciso seguir remando hasta el final. Ganar la habilidad de caer, levantarse y seguir caminando. Entonces…

¿Cómo se atrae la Buena Suerte?


A continuación, lista no exhaustiva de fórmulas no mágicas para ser un imán de buena suerte:
  1. El miedo no es una opción. No se trata de ser un "Juan sin miedo", simplemente de tenerle respeto y bajo control. Vale la pena arriesgarse y comprometerse con su propósito. 
  2. Tener influencia sobre los resultados: aceptar esa responsabilidad como propia para poder decidir cómo los enfrentamos. 
  3. La visión y el propósito: esto es, ¿Cómo nos vemos dentro de unos años?, y ¿Qué motivación superior, no asociada al dinero, nos motiva para hacer lo que perseguimos?
  4. Tener interiorizados que la actitud es el elemento multiplicador que nos encamina a este propósito, frente al conocimiento o las habilidades, que se suman entre sí.

Por cierto: ha pasado el Sorteo de Navidad, y de nuevo nada. Otra vez. Ni el reintegro.

jueves, 29 de julio de 2021

Tecnología apícola aplicada a la agricultura para el aumento de la productividad de plantaciones

Tractores controlados por GPS, sensores que permiten detectar diferencias entre el suelo y el cultivo específico de la subzona, uso de drones, caracterización del suelo desde el aire, sistemas de evaluación del estado de las plantas, y ahora colmenas inteligentes para mejorar la productividad de las plantaciones.... la tecnología está provocando una revolución también en la agricultura. Debemos preguntarnos si queremos formar parte de esa ola para dotarnos de las herramientas que garanticen un futuro próspero, o por el contrario optamos por un ocaso lento, confuso y sombrío.

La buena noticia es que lo que hace cinco años sonaba a ciencia ficción está hoy al alcance de cualquier agricultor a un coste asumible, y ya no es necesario ser informático para poder entenderla o manejarla. Si bien la incorporación de la tecnología para la toma de decisiones en tiempo real aún no ha sido ampliamente adoptada por los usuarios, con el paso del tiempo estas herramientas se van abriendo paso con interfaces más sencillas y amigables.

Un caso de uso de referencia es del de Global Bee, empresa surgida en 2019 en la España vaciada al abrigo de la apicultura y que monitoriza en tiempo real el estado de salud y de producción de colmenas de abejas en localizaciones remotas. Sus marcos, perfectamente adaptables a cualquier tipo de colmena, incluyen sensores de temperatura, peso y humedad, y los algoritmos incluidos en los microcontroladores de la placa base envían datos, a través de las antenas incorporadas, a la nube, si bien estos son preprocesados en origen (el apiario) para disminuir su volumen y por tanto el consumo de batería. La obtención de estos datos de manera masiva permite a los Ingenieros y Matemáticos expertos en Big Data interpretar lo que las abejas nos quieren decir en función de las variables internas y externas o situaciones anómalas. Es entonces cuando estos datos, que inicialmente y por si solos no nos dicen nada, empiezan a tener cierto sentido y generan conocimiento, permitiendo al apicultor la toma correcta de decisiones, pues el sistema le informa en tiempo real del día a día en el apiario. 




Pero es que, a más a más, los ingenieros de Global Bee, gracias a la escucha activa a la comunidad agrícola, han sido capaces de pivotar el negocio y ofrecer un nuevo servicio orientado a la mejora de la productividad de las plantaciones abiertas de melones o, sandías, e incluso protegidas como la de tomates. Según la FAO, el incremento de productividad esperado por el uso de estas tecnologías se sitúa por encima del 24%, dejando resueltas otras cuestiones de interés como pueden ser:

  1. Transportar a la plantación sólo colmenas en su estado óptimo para las fases de polinización y cuaje.
  2. Monitorizar la actividad de las abejas para asegurar que no se falla en el momento de polinización y cuaje.
  3. Tener total visibilidad de cómo actúa la colmena en diferentes condiciones ambientales.
  4. Identificar las condiciones óptimas de trabajo de la colmena para la polinización y el cuaje.
  5. Minimizar las visitas a las colmenas.
  6. Predecir y alertar acerca de la posible falta de agua o de alimento abejas.
  7. Predecir y alertar del momento óptimo de sustitución de la colmena.
  8. Identificar ataques de depredadores a la colmena.
  9. Controlar la entrada y salida de abejas en la colmena en momentos puntuales.
  10. Reforzar con colmenas de apoyo en momentos clave del cultivo.
  11. Disponer de un sistema de alerta y geolocalización antirrobo

La necesidad de profesionalizar las plantaciones

La tecnología tiene múltiples vertientes, pero es necesario entender el problema y aterrizar las propuestas de solución. El mundo de la agricultura, hasta ahora tradicional, está inmerso, como otros sectores, en una revolución en la que los avances tecnológicos obligarán a cambiar la forma de trabajar, aportando beneficios a nivel económico y humano. Es necesario perderle el miedo como apuesta de supervivencia y plan de futuro, puesto que la innovación y la sostenibilidad serán elementos clave para lograr alimentar a los casi 10.000 millones de personas que se estima habiten la Tierra en 2050. 

sábado, 3 de julio de 2021

Mejora la producción de tus plantaciones de sandías y melones con ayuda de las abejas



Que la tecnología tiene un impacto transversal, holístico y transformador en cualquier sector es algo que nadie pone en duda. Pero entender de qué manera el usuario se puede aprovechar de ella y hacer propuestas que sean factibles desde el punto de vista técnico y comprables por parte de los clientes, requiere un análisis en profundidad. 

La FAO da algunas pistas del efecto en el sector agrícola: la polinización gestionada adecuadamente a través de la tecnología puede aumentar el rendimiento agrícola hasta un 24%. Partiendo de esta base, existen propuestas de bajo coste y gran impacto como la de Global Bee, que, poniendo el foco en la polinización pueden ayudar a los productores de melón y sandía a:

  • incrementar su producción
  • como alternativa, a producir la cantidad deseada de producto en menos superficie.




La tecnología Global Bee permite:

  1. Obtener colmenas en estado óptimo para las fases de polinización y cuaje.
  2. Monitorizar la actividad de las abejas para asegurar que no se falla en el momento de polinización y cuaje.
  3. Tener total visibilidad y entender cómo actúa la colmena en diferentes condiciones ambientales.
  4. Identificar las condiciones óptimas de trabajo de la colmena para la polinización y el cuaje.
  5. Minimizar las visitas a las colmenas.
  6. Predecir y alertar acerca de la posible falta de agua o de alimento de las abejas.
  7. Predecir y alertar del momento óptimo de sustitución de la colmena.
  8. Identificar ataques de depredadores a la colmena.
  9. Controlar la entrada y salida de abejas en la colmena en momentos puntuales.
  10. Reforzar con colmenas de apoyo en momentos clave del cultivo.
  11. Propone un sistema de alerta y geolocalización en caso de robo.

¡Sírvase usted mismo! La búsqueda incansable por la optimización  de una manera sostenible de los recursos es un plan de futuro para usted, su familia, y su empresa.




miércoles, 23 de junio de 2021

Un insecto que vale millones de euros



Existen en California iniciativas para la creación de hábitats que protejan a las abejas autóctonas. Y esto no es más que el comienzo: nuestra protagonista es el centro de una apuesta más económica y racional que poética. Existen políticos que son conocedores de que el intercambio entre estos insectos y las flores –un diálogo tenue para el ojo humano, apenas un zumbido para quien recorra algún jardín– es una pieza minúscula pero también indispensable para toda la dinámica económica de su región.

No existe en ningún rincón del mundo proceso humano o tecnológico capaz de emular la polinización. Es hora de que nuestros legisladores, en sintonía con la ONU que como cada 20 de Mayo celebró el Día Mundial de las abejas, den un paso adelante y apuesten fuerte por nuestras heroínas, por todo lo que se edifica en torna a ellas, por todo lo que hacen posible.

domingo, 20 de junio de 2021

De qué manera la apicultura y las abejas pueden ayudar en la RSC de tu empresa



Todos sabemos que las abejas y sus colmenas son objeto de seguimiento, admiración y estudio por parte de propios y extraños. Pero, ¿y si además fuera capaz de inspirar y motivar, al mismo tiempo que educar y servir de ejemplo, a organizaciones humanas como son las empresas y los miembros que la conforman? ¿Y si además lucháramos contra su desaparición?


Porque estos insectos antófilos (gr. que aman las flores),

  • Tienen vocación de servicio: destacan por su trabajo productivo, eficaz, higiénico y de perfección inigualable en el contexto del reino animal.
  • Funcionan como un equipo, por encima de las individualidades.
  • Tienen una capacidad de trabajo asombrosa.
  • Producen un abanico de productos relevante y de muy alta calidad: nos referimos a la miel, el propóleo, la jalea real, o la cera.
  • Comunican mejor que nadie, dentro del grupo de insectos polinizadores: las abejas son consideradas las más eficientes dentro de su grupo, pues tienen desarrollados complejos sistemas de comunicación interna entre las obreras de su colmena, siendo capaces de transmitir información sobre abundancia de néctar y sus horarios de producción en las plantas.
  • Ante todo, no son egoístas: una obrera, por su carácter intrínseco, reconoce a la otra como parte fundamental del proceso productivo total.


Ahora, imaginemos trasladar estos valores a los de la compañía. En otras palabras,

  • ¿Y si las abejas sirvieran como elemento de inspiración a sus trabajadores
  • ¿Y si las apicultura sirviera como elemento de conexión con la naturaleza o para hacer equipo con los compañerosTeam Building?
  • ¿Y si la apicultura fuera una de las verticales de la Responsabilidad Social Corporativa, por la importancia que tiene para la supervivencia de la vida tal y como la entendemos hasta ahora?
  • ¿Y si además de todo lo aquí descrito, podemos demostrar a través de la digitalización de las colmenas, cómo podemos mejorar nuestros procesos productivos?

Desde Global Bee Project proponemos mostrar como un oficio tan ancestral como el de la apicultura también se puede digitalizar, y servir de ejemplo a los empleados para sus procesos internos en su día a día: en otras palabras, estamos hablando de explicar cómo se aterriza y se aplica la digitalización en las empresas a través de la apicultura.

Por otro lado, no debemos olvidar que las abejas están gravemente amenazadas por fenómenos bióticos (la avispa asiática, la varroa) y abióticos (productos tóxicos y agroquímicos, los microplásticos o el cambio climático), y su disminución paulatina puede tener efectos devastadores en nuestro modo de vida, tal y como lo entendemos hasta ahora. Las tecnologías que proporciona Global Bee Project también sirven para entender síntomas y analizar la causa raíz a cada una de estos problemas. 


¿Y qué gana la empresa con todo esto? Pues hay mucho intangible que debe ser considerado, como por ejemplo:
  • Aportar un valor diferencial a través de un insecto, la abeja, del que todos dependemos
  • Mejorar la reputación empresarial: ¿Quién no quiere luchar contra su muerte masiva?
  • Servir de elemento diferenciador a la hora de captar nuevos clientes, y fidelizar a los existentes.
  • En paralelo, fidelizar a los trabajadores y ayudar al sentimiento de pertenencia.
  • Fomentar la innovación: reunir en una misma ecuación apicultura, innovación y RSC.
  • Aumentar la posibilidad de contrataciones públicas y favorecer las candidaturas a premios y reconocimientos.

El triple corona del impacto de las abejas en la Sociedad, y cómo la tecnología puede ayudar a hacerlo exponencial



Que las abejas son unos insectos diferentes, fundamentales para la vida tal y como la conocemos, no cabe duda. Para ponerlas en valor es importante entender el impacto que tienen desde el punto de vista económico, social y ambiental. 

Impacto económico


La labor de polinización que realizan tanto las abejas como otros polinizadores está cifrada en unos 265.000 millones de euros anuales a nivel mundial, cerca de 22.000 millones para Europa y más de 2.400 millones de euros para España, según el informe Alimentos Bajo Amenaza de Greenpeace.

Sólo las abejas generan, a través de la producción de frutas y verduras mayoritariamente, un valor económico estimado en más de 150.000 millones de euros a nivel global.

Son las polinizadoras naturales del 70% de los cultivos del mundo y el 85% de las plantas del mundo dependen directa o indirectamente de las abejas.

Impacto social


De sobra es conocido que la relación entre los apicultores y abejas alimenta al ser humano desde hace miles de años, y desde hace cientos además genera oportunidades laborales, comercio y riqueza. Con la cuarta revolución industrial, la de los sensores e internet, hoy en día somos capaces de incluir la variable de la tecnología en la ecuación y empezar a hablar de economías de escala e impactos exponenciales.

Hablamos de usar la técnica para proteger mejor a las abejas y por ende a los apicultores, así como de eliminar barreras de entrada a los nuevos y jóvenes apicultores, poniendo el foco de nuevo en la España vaciada a través de dotar herramientas a las personas para que se puedan desarrollar un plan de vida.

Como elemento comparativo, sirva el siguiente: por cada euro que la abeja recoge, deja otros cien de beneficio en el entorno, sobre todo en frutales y vegetales.

Impacto ambiental


La función polinizadora que desempeñan las abejas, tanto desde el punto de vista medioambiental - contribuyendo a la conservación de ciertas plantas silvestres y a la mitigación de los efectos del cambio climático-, como desde el agrícola - mejorando los rendimientos de las áreas cultivadas -, es indudable.



Con estos tres ingredientes como punto de partida, desde Global Bee Project buscamos cambiar el paradigma de la apicultura y la polinización a través del conocimiento científico y las tecnologías, aumentando el rendimiento de los cultivos y la esperanza de vida de las abejas, y reduciendo la huella de carbono de la actividad.