viernes, 31 de diciembre de 2021

María Dolores Tirado Sánchez, mi personaje favorito de 2021


Directa, al grano. sin filtros. Así es ella, mi tita María Dolores. Única desde que se levanta hasta que se acuesta. Sin pelos en la lengua, ni falta que le hacen. Este año que terminamos, por diferentes pero obvios motivos, las palabras de cariño y admiración las dedico a mi tita María Dolores, una de mis segundas madres y referente para mí desde que tengo conocimiento. Eso sí, yo la quiero mucho pero también me paso el día deseando que me envíe a hacer puñetas. 

Tengo recuerdos muy nítidos de mi infancia, deseando llegar a Granada y dormir en su casa. Los olores, las tostadas de mantequilla, el gazpacho, el patio, el básquet en el patio, la piscina, los primos durmiendo en calzoncillos. Todos estos recuerdos llevan la firma de María Dolores y Alfredo. Pero me chifla que me envié a freír espárragos. 

Ella siempre ahí, dándolo todo como si no hubiera un mañana - al igual que el resto de sus hermanas, por cierto. Con una sonrisa amplia, bonita, contagiosa, singular, ruidosa y sincera. Todavía recuerdo cuando le robé un zapato en una comida y sus carcajadas se oían a kilómetros, o cuando le robé el móvil en una comida y me hice pasar por ella en el grupo de Whatsapp familiar y me inventé algo irreverente que causó un revuelo tremendo en el evento y la pobre no entendía nada, o cuando le informé que los dueños de Whatsapp me habían contactado por exceso de uso de emoticonos por su parte en el grupo familiar y me pidió perdón. Debo reconocer que es mi diana favorita para gastar bromas, porque me pone que me envíe a hacer gárgaras. 

Ahora anda en otros menesteres, menos agradables por cierto. Pero ella es incombustible y va a poder con todo. Y sin despeinarse, ¡eh!. Sale al ruedo más tiesa que el pellejo de una pandereta, con su pelo cansoso natural brillante y sus labios y uñas pintadas de rojo, ella lidia con quien haga falta. 

Así que tita: por ser ejemplo perpetuo, por el cariño que nos has profesado y por tu carácter vitalista, ¡ha tocado que escriba algo de tí estos días!. Pero por favor: envíame a tomar por saco... ¡ya!

Te queremos, tita. 

domingo, 26 de diciembre de 2021

El dar sin esperar nada a cambio frente al dar - pedir - exigir



Al aterrizar en una de las más reputadas aceleradoras del panorama nacional, Lanzadera, el primer mensaje que te inoculan en las sesiones de mentoring es: dar, pedir y exigir  a todas las partes de interés. Pero, ¿y si fuera acompañado de algo más?

El mismo recado para todas y cada una de las start ups. Siendo bien cierto, junto con los de facturación, sistematización, y escalabilidad, hay también otros conceptos más etéreos pero no menos importantes que deben ser tomados en consideración: en particular, hablamos de dar sin esperar nada a cambio - primero como aprendizaje y luego como la herencia que vamos a dejar a nuestro pequeño gran ecosistema. 

Pero primero, el famoso lema de Juan Roig ... Dar Pedir Exigir. Mercadona pivota el argumentario en torno al concepto de reciprocidad. Esto es, primero dar, para satisfacer las necesidades de las personas. Segundo pedir lo que se necesita de esas personas y, por último, exigir si no me dan lo comprometido.

Para emprender en particular y para vivir en general, se llega motivado de casa y con las ideas bien claras. Y en Lanzadera se obstinan en tatuar este mensaje en la mente de los emprendedores. Queda claro y no cabe la más mínima duda al respecto. Pero, ¿y si antes pasamos por un estadio anterior? ¿y si complementamos este mensaje con el de, por qué no, el propósito y el legado?.

El propósito porque nuestras actuaciones, en el ámbito empresarial, deben honrar una visión que trasciende los muros de la empresa y los límites mentales de sus fundadores, llegando por transitividad no ya a los empleados, si no a las partes de interés que comentábamos al principio. 

El legado porque toda decisión que tomamos tiene, seamos o no conscientes, un impacto de medio y largo plazo en nuestro entorno personal y como comunidad: ¡alimenta al espíritu y la mente!. El legado lo tenemos que ir escribiendo poco a poco, no transciende al principio y sin embargo hace cayo y es capilar, por lo que debe estar presente desde que tenemos consciencia como seres humanos - algo que por desgracia ignoramos pues nunca nos informaron de ello. 

El concepto de dar sin esperar nada a cambio evoluciona constantemente a lo largo de nuestra vida:

  • cuando eres un niño, ni lo entiendes. ¡Nos están educando!
  • cuando eres adolescente, la práctica forjará amistades duraderas y nos proyectará como personas.
  • cuando alcanzas la mediana edad, empiezas a adquirir consciencia del asunto y, quizás, se pone en práctica. Nada más gratificante que devolverlo a los que una vez cuidaron de nosotros. 
  • en la tercera edad, si quedan fuerzas y vitalidad, entran las prisas e incluso nos preguntamos: ¿por qué no lo hice antes?

Línea de fondo: piensa, desde ya, en tu propósito y tu legado: es transversal y atemporal. Impactar positivamente alimenta el alma y complementa nuestro propósito empresarial. Al fin y al cabo, se trata de dejar un mundo mejor que el que nos encontramos al nacer.

sábado, 25 de diciembre de 2021

La suerte y la buena suerte



El concepto de suerte revolotea de manera reiterativa en nuestro día a día. Acudimos a ella para explicar eventos inesperados, inexplicables o cuando algo escapa de nuestro control. Pero, sin ningún género de duda, ¡se necesitan comprar boletos!. Sea como fuere, hay dos tipos de suerte: la ordinaria y la que se trabaja. 


La primera es azarosa, sobrevenida y no depende de nosotros sino de variables externas que no podemos verificar. Científicamente, sólo la estadística nos puede dar la respuesta: si compramos un boleto, la probabilidad de que el evento comprado suceda siempre está ahí y existe. 

La segunda la vamos generando nosotros mismos en función de nuestras actitudes ante el reto al que nos enfrentamos - ya sea vital, un proyecto, un problema. No la podemos controlar pero sí podemos influir en ella, de manera que pueda llegar a suceder. Continuando con el símil, lo que hacemos es comprar boletos de manera compulsiva, como si no hubiera un mañana.

El arte de crear la buena suerte, intervenir para trazar nuestro propio destino, precisa de consciencia (creernos que podemos hacerlo), resiliencia (perseverar, a través de un plan), pasión (poner toda la carne en el asador) y amor por lo que uno hace (actitud positiva). Este libro de Álex Rovira y Fernando Trías de Bes lo explica muy bien: La buena suerte - claves para la prosperidad.






La suerte nace del carácter optimista frente a las dificultades que se presenten diariamente en la vida. Rendirse no entra en el vocabulario y es preciso seguir remando hasta el final. Ganar la habilidad de caer, levantarse y seguir caminando. Entonces…

¿Cómo se atrae la Buena Suerte?


A continuación, lista no exhaustiva de fórmulas no mágicas para ser un imán de buena suerte:
  1. El miedo no es una opción. No se trata de ser un "Juan sin miedo", simplemente de tenerle respeto y bajo control. Vale la pena arriesgarse y comprometerse con su propósito. 
  2. Tener influencia sobre los resultados: aceptar esa responsabilidad como propia para poder decidir cómo los enfrentamos. 
  3. La visión y el propósito: esto es, ¿Cómo nos vemos dentro de unos años?, y ¿Qué motivación superior, no asociada al dinero, nos motiva para hacer lo que perseguimos?
  4. Tener interiorizados que la actitud es el elemento multiplicador que nos encamina a este propósito, frente al conocimiento o las habilidades, que se suman entre sí.

Por cierto: ha pasado el Sorteo de Navidad, y de nuevo nada. Otra vez. Ni el reintegro.