“En tres tiempos se divide la vida: en presente, pasado y futuro. De éstos, el presente es brevísimo; el futuro, dudoso; el pasado, cierto.” Lucio Anneo Séneca. Así es como se afronta el 2020: año de incertidumbres, lastrado por un 2019 con caídas de ventas en el sector en el entorno del 5%. Y sin embargo, debemos ser optimistas y ver oportunidades en el entorno, porque las hay y son interesantes, mas debemos estar preparados para acogerlas.
El anuncio del traslado del 90% de la producción de motores a Norteamérica con recortes en la fabricación a partir de 2022, o la comunicación por parte de Continental de abandonar el negocio en Rubí (por poner un ejemplo de Tier 1s en otras regiones de España) y la búsqueda de potenciales compradores de la planta, son malas noticias pero tienen un punto en común: la iniciativa por parte de ambas plantas de establecer equipos formales y consolidados de innovación y con un presupuesto asignado, que además ponen en valor al personal y al contenido de la planta.
Sin embargo, estos anuncios no deberían ni producirse, por el desgaste e inestabilidad que generan. ¿Cómo evitarlo? Diferenciándonos a través de la innovación, ganando capacidad de adaptación y atrayendo y reteniendo talento. Proyectos como el de Polígono Inteligente promovido por la APPI, o el Digital Fussion entre Factoría y proveedores para compartir mayores niveles de información entre las plantas de Ford y parques de proveedores, nos llevan a ser punta de lanza del sector y nos obliga a unos niveles sin precedentes de transparencia y colaboración, ergo calidad y eficiencia: se trata en definitiva de cosas que nadie hace, y además es que nos sienta muy bien como partes interesadas ser los primeros.
Obviamente los retos son también mayúsculos: cómo implantar todo lo que aquí se menciona en infraestructuras ya amortizadas con 40 años de antigüedad, cuando la tecnología va más rápido que la capacidad de convencer, acordar y lanzar proyectos comunes, y además expuestos a los vaivenes de una economía y geopolítica global tan volátil en la que el aleteo de una mariposa en la otra esquina del mundo nos afecta: es ciertamente complicado.
Pero si fuera sencillo cualquiera lo haría, y es por ello que hemos sido llamados a creernos que podemos liderar el cambio entre todos: convertirse en Lead Plant para el aterrizaje de proyectos innovadores y plantear una pista de aterrizaje de primera categoría para que sea aquí donde las cosas sucedan es un argumento más para que quien tenga que tomar decisiones piense siempre en Valencia como Location of Choice.